En esta nocturna arboleda hay un pájaro asesino
¡Óyelo trinar el "Claro de luna" con timidez!
En sus plumas brilla el verde,
(aquel que juega a las escondidas con el otoño)
enredándose entre las fibras,
soltando el amor en negras bandadas primaverales.
Pero el pájaro no olvida su sanguinario oficio,
y cuelga desde una nube hasta un álamo
un hilo transparente de plata,
con diestras patas encadena algunas almas
que pendiendo del infinito a la tierra
mueren desangrados en letras
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