A pesar de haberte prestado amor muchas veces, te dejé probar mis labios por primera vez
El amanecer de este invierno se hizo palpable, tus manos se hicieron dolorosamente mias
Una luna, mil lunas, cientos de lunas que olvidaron esconderse sonreían ante el pecado.
Te desmembrabas escalando por mis montes, me asfixiaba con el sopor de tus gemidos
Voluptuosas estrellas niveas caian sobre nuestro infierno.
martes, 3 de junio de 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Ohohoh... me suena tan conocido... Por qué será? jaja :D
Un beso Alito querido! Siempre es un placer leerte!
Publicar un comentario