jueves, 8 de mayo de 2008

Trinidad IV




IV


Trinidad descansa sobre mi pecho vigoroso

no piensa, no siente, no ama.

Tan solo descansa.

Cuando el aire se lo permite me pregunta desvaríos,

yo la dejo porque desde el infierno sostengo su alma,

y soltar las amarras sería despedirme de una sonrisa herrumbrada,

de un cajón lleno de palabras.


Trinidad descansa sobre mis caderas

la presiento venirse de repente contra mi aliento entrecortado

detenerse rozando los labios y descubrir la daga de entre las sabanas

jugar con el revés sobre mi pecho vigoroso

deslizar el frío metal por mis brazos

y perforar suavemente la dermis

una pequeña incisión de donde brota un poco de mi vida

lo negro, rojo

lo blanco, rojo

lo rojo, rojo

y mi existencia que se coagula sobre sus mejillas.


Trinidad descansa sobre mi pecho vigoroso

No piensa, no siente, no ama.

Yo la amo,

pero ella tan solo descansa.

2 comentarios:

Gabriela Garzón Rogé dijo...

me encanto che, segui asi, besos
gabriela

Medjai dijo...

Ahaha,... que decir, que decir.. Ya te dije Ale, que esos escritos son un espectáculo.
Y me halagaste poniendo mi foto en el espacio irreal del insurrecto.
Qué lindo volver a tener tus palabras, a reirnos y delirarnos como antes. Estaba extrañando a mi Quijote y ha vuelto! Con aún mejor armadura, mejor Sancho y las crines brillantes y dulces de Rocinante!

Ale.. en otras palabras, ME CAGA DE GUSTO TENERTE EN MI VIDA.

:)

 
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