viernes, 13 de abril de 2007

11-El Trillado Recurso


Ciertos hechos son colocados, a modo de mojones, y enlazados por una incalculable frecuencia para anunciar un acontecimiento. Necesitamos creer manejar los segundos, que el tiempo se muestre dócil.

Hoy no siente la completitud de su existencia como en otros días. La casa le queda chica y está sofocado. Va a escapar a ningún lugar. Le encantaría tener un objetivo, pero justamente es su carencia mayor. Se escabulle de la prisión y detrás de la puerta el viento le dispara minúsculas y afiladas piedras a su rostro. Indudablemente hoy el mundo quería prescindir de él, pero es imposible despegar los pies del suelo, dar un salto y escapar a la nada. Camina. Es ya un trillado recurso en su vida pero desconoce otro método de evasión o descubrimiento. El mismo viento que hace un instante lo fusilaba, hoy lo empuja haciéndolo dar leves saltos mientras avanza. Exteriormente se lo ve radiante, pero es grande la tristeza que embarga su alma. En los escalones de entrada de un teatro cualquiera hay mujer afligida. Las miradas son inevitables, como las palabras que luego se cruzan. Ella lo conoce, él no. La lluvia aumenta sus golpes al terreno y el sonido amortigua las palabras que en esos instantes se atreven a huir de la gente.

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